Muchas veces nos cuestionamos si en realidad en el presente estamos bien y felices por simples tonterías, pero nunca pensamos en lo que realmente fue malo y pasó siendo bastante peor que lo que nos sucede actualmente. Un claro ejemplo para concienciarnos sobre el pasado es la Segunda Guerra Mundial y cómo muchos niños y niñas inocentes vivieron un verdadero calvario.
Ana Frank fue una niña Judía que vivió en Alemania durante la guerra, cuando Adolf Hitler estaba gobernando este país. Todo era normal hasta que él decidió que sólo podía existir una raza viable, la raza aria. Para gente como Ana, los cuales no eran alemanes puros, en su caso, como ya se comentó, era judía, Hitler decidió crear campos de concentración de trabajo, aunque realmente no iban por trabajo. Esta chica y su familia decidieron esconderse cerca de casa en un desván o buhardilla.
A Ana le apasionaba escribir por lo que durante los dos años que pasaron encerrados en aquel lugar, se dedicó, a parte de a seguir sus estudios, a escribir todo lo que sucedía dentro de aquella morada. Ella escribía absolutamente todo lo que hacían y según pasaban los meses la convivencia allí era peor, especialmente desde la llegada de los amigos de los padres de Ana. Poco a poco ya no había tanta comida, también había mucho estrés por la situación, miedos, inquietudes, que fueron las variantes de estos conflictos.
Tras dos años intentado que no sucediera lo más temido, esto finalmente sucedió. Fue de la noche a la mañana según comenta Ana en su diario. De repente los policías entraron a su escondite y les obligaron a recoger todas sus pertenencias e ir directamente a esos furgones que tanto temían.
Tras un largo trayecto, Ana fue separada de sus padres, y sola con su hermana fueron al campo de concentración de Bergen-Belsen donde no imaginaban que allí verían cosas tan terribles para una niña de solo diez o doce años. Ella anhelaba a su familia pero finalmente, tras dos años sin verla , Ana perdió a la única persona de su familia a quien tenía a su lado, a su hermana. Fue antes de que pudieran salir de aquel calvario, pero, al salir de allí, Ana también muere, previamente portaba una enfermedad, la cual acabó con ella justo antes de reencontrarse con su familia.
Desde mi punto de vista, este libro nos hace ver cómo todo ahora no es tan malo, antes la vida tenía estas injusticias, pero gracias al progreso pudimos conseguir que todos estos aspectos se fuesen erradicando poco a poco. Es un libro bastante difícil de leer, porque es un libro duro el cual te hace sentir como si tú estuvieses viviendo aquella situación. Es muy bueno para ubicarnos en aquella época, darnos cuenta de la suerte que tenemos de vivir en la nuestra y también para entender un poco más de historia del siglo pasado.
Águeda Martín Doncel 1º Bach. C